Jinetes de la Patagonia

Y de nuevo esta vez tengo que contar otra historia relacionada con los caballos. No, si al final acabaré apuntandome a clases de equitación cuando vuelva a España...

Estando de vacaciones en El Calafate preguntamos por excursiones que podíamos hacer por la zona, nos llamó la atención una visita a la estancia Cerro Frías que se podía hacer en 4x4, mountain bike o a caballo. Lo del todoterreno como que no nos convencía mucho y lo de la bici implicaba demasiado esfuerzo físico así que accedí a hacer una cabalgata por la estepa patagónica a lomos de Poli, una yegua dócil, obediente y diligente.


Los caballos de Cerro Frías realizan este recorrido unas 2 veces al día y son muy mansos, algo que pregunté reiteradamente al monitor antes de empezar. Mi primera impresión una vez subida al animal fue que iba a acabar en el suelo o perdida por la montaña pero tengo que reconocer que fue mucho más fácil de lo que esperaba. Apenas tuve que animarla a andar, ella solita sabía cuando y por donde ir, cómo esquivar los obstáculos del camino, atravesar riachuelos y subir por las escarpadas laderas del cerro.


La cabalgata transcurrió sin incidencias, cada jinete al ritmo de su caballo. Los había más perezosos como el viejo Charlie y más aventureros como Marquitos. Divisamos guanacos, aves y liebres gigantes a las que el simpático perro de la finca no dejaba de perseguir.


A pesar del viento polar a la vuelta disfrutamos la experiencia y nos sentimos por unas horas como auténticas amazonas de la Patagonia.
Besos patagónicos,
Lola.-

Conquistando el Perito Moreno

El término Patagonia desprende en si mismo aventura, naturaleza, paisajes infinitos, deportes extremos... Así que aprovechando la coyuntura nos envalentonamos y reservamos una excursión llamada: Minitrekking por el Perito Moreno.


Cartel de bienvenida
Un autobús vino temprano a buscarnos al hostal y pusimos rumbo al Parque Nacional de los Glaciares. Empezamos el día con una visita de unas 2 horas a unas pasarelas que recorren de norte a su la cara frontal del Perito Moreno.




El silencio del lugar era absoluto, solo a veces interrumpido por los crujidos y truenos que provocaban los trozos de hielos al desquebrajarse y caer al agua. Aunque nos llevamos bastante tiempo en una zona marcada como "la zona de los desprendimientos" esto es todo lo que pude captar.
Una mierdad, ¿verdad?.

A continuación navegamos hacia el glaciar desembarcando en una playa a orillas del mostruo de hielo. Allí nos equiparon con unos grampones crampones para no resbalar en el hielo y... ¡comenzó la aventura!


Caminando por la playa hacia el Sr. Moreno.


Becarias y Perito.
Con el gigante detrás.

Grampones para no morir.

Ascendimos por el lateral del Perito Moreno dejando atrás la playa. Recorrimos valles, atravesamos riachuelos formados en el propio glaciar y vimos sumideros de varios metros de profundidad según nos comentaron los guías de la excursión.


Lo que teníamos que subir.

En plena ascensión.


Mi grupo de aventureros.


Otro grupo como el nuestro haciendo el trekking.


Era una sensación muy extraña el estar caminando por allí, a un lado se veía un monte con sus arbolitos y vegetación e incluso un par de cataratas que fluían por la ladera y si te girabas 180º todo lo que veías eran montículos de hielo de una tonalidad azul indescriptible. En serio, en las fotos, que para los incrédulos tengo que decir que no están retocadas, se ve muy bonito, pero al natural era increíble. El hielo cambiaba de color según el reflejo del sol y en los puntos más sombríos el azul era intenso, casi eléctrico.



Después de hora y pico caminando por el glaciar, bebiendo agua de los arroyitos y evitando que las ráfagas de viento que soplaban de vez en cuando te tiraran al suelo, los monitores nos invitaron a alfajores y a un whiskazo con hielo del mismísimo Moreno.




Un experiencia única.
Lola.-

Los glaciares de la Patagonia Argentina

Tengo que reconocer que hasta hace bien poco no tenía mucha idea de lo que era un glaciar, sabía que era una masa de hielo y que se formaba en los polos y en sitios donde hacía mucho mucho frío. Así que durante el puente de la Constitución realicé el Master IC3X en Glaciares Patagónicos 2010 en su edición presencial, (el cual le recomiendo a todo el mundo) y aprendí cositas variadas:

Ríos de hielo
Los glaciares son básicamente ríos que, por el peso de la nieve acumulada, se compactan dando lugar a la masa de hielo que conocemos como glaciar. La mayoría de los glaciares se encuentran en los polos o en latitudes cercanas a los polos. En el caso que nos contempla, el causante de que en la Patagonia se formen glaciares es el viento. Las corrientes de aire helado que vienen de la Antártida chocan con la cordillera Andina provocando abundantes precipitaciones en forma de nieve lo que favorece la creación de los glaciares.

Forma y color

Algo muy importante que aprendí durante el Máster es que el color azul intenso de los glaciares de la Patagonia no se debe a que el agua de aquí tenga otra composición ni nada por el estilo. Es verdad que el Lago Argentino tiene un color lechoso, debido a que las partículas de roca que se erosionan con el desplazamiento del glaciar son tan minúsculas que digamos que flotan, pero esto no influye en la tonalidad del glaciar. La compactación del hielo y la refracción de la luz hacen que veamos la masa de diferentes azules según la incidencia de los rayos del sol, siendo los puntos con sombra los de un azul más eléctrico.

La superficie que vemos del glaciar refleja fielmente lo que se encuentra en su base o lecho, y la diferencia de niveles provoca que se formen las grietas en el glaciar. Un cambio brusco de pendiente en el lecho del glaciar favorece la formación de seracs, que son montículos picudos como en forma de sierra. A su vez en la superficie del glaciar se forman pequeñas charcas y ríos que van a parar sumideros de varios metros de profundidad.

El tamaño no importa

El glaciar más alto, el Spegazzini, mide unos 135 metros y el más ancho es el Upsala, que tiene un frente de casi 10 km. El Upsala también es el más largo con unos 60km y cuenta con una superficie de 870km2, unas 4 veces la ciudad de Buenos Aires. Como véis el Perito Moreno no es el más grande ni el más ancho pero sí es el más conocido y esto se debe a las espectaculares rupturas que se producen cada 2 años aproximadamente en su frente.

Desplazamiento
Al igual que los ríos, el hielo de los glaciares también se desplaza, sólo que a una velocidad diferente. El frente de un glaciar puede estar formado por hielo de hace unos 500 años. Mamuts y dinosaurios no nos vamos a encontrar pero unas Rayban que cayeron en uno de los sumideros serán prehistóricas cuando las recuperen dentro de 100 años. Lástima no tener foto de ellas.

Equilibrio
Nos contaron durante una de las clases magistrales, que el Perito Moreno es un glaciar que se encuentra en equilibrio, es decir, al año retrocede lo mismo que avanza por lo tanto si se conservan las condiciones climáticas el glaciar no se extinguirá. Esta semana un diario nacional confirmaba que el cambio climático está haciendo estragos en los glaciares patagónicos y que a día de hoy se encuentran en proceso de retroceso. Yo no quero ser alarmista, pero con el agujero de la capa de ozono tan cerca según mis cálculos para el 2012 los hielos patagónicos, con una extensión de 17.000 km2, se habrán derretido por completo. ¡Así que tenéis que aprovechar y venir a verlos en 2011!

Bueno y despues de este derroche de sabiduría os pongo unas fotillos del paseíto en barco por el Lago Argentino que sé que es lo que os gusta, muchos besotes!
Lola.-

















El otro deporte nacional: el Polo

Hace ya varios domingos asistimos a un partido de polo benéfico en el campo de San Isidro, al norte de Buenos Aires. La verdad es que es algo que en España me nunca hubiera planteado, aun viniendo de una tierra donde se venera al caballo tengo que reconocer que no es uno de mis animales favoritos, pero estando en Argentina y siendo el polo uno de los deportes nacionales, me vi en la obligación de asistir.

Entrada del partido.

El campo estaba situado a las afueras de San Isidro, así que tras más de media hora en tren y un paseo de 45 minutos por fin llegamos al lugar. Pagamos rigurosamente la entrada aunque con lo que tardamos en llegar quedaba apenas media hora de juego.

Los equipos estaban formados por los mejores jugadores de polo del país, se entiende que era como un "toreros contra famosos" pero con los astros del polo argentino. El campo era aproximadamente del tamaño de un campo de fútbol y una decena de caballos galopaban incansablemente de un lado a otro siguiendo una minúscula pelota de madera que los jinetes iban golpeando.


Fotos variadas del partido.

El objetivo estaba claro, marcar goles en la portería contraria. Un partido consta de un máximo de 8 tiempos, cada uno de 7 minutos y tras cada gol los equipos cambiaban de campo y tú te hacías un lío tremendo. También hay penalties, faltas, expulsiones y un monton de reglas más de las que no me enteré muy bien, os dejo un link con lo básico:


Durate el partido pusieron una barra con comida y bebida que llamaba más la atención que el propio juego y un tirador de Estrella de Galicia hacia las delicias de los espectadores.


Chicas IC3X en el partido.

Estrellas del polo argentino

Al ser un partido benéfico vendían papeletas para recaudar dinero para una asociación y al final del encuentro hicieron un sorteo con premios tan suculentos como remeras, camisas, pañuelos de seda, cafeteras, cenas en lujosos restaurantes, fines de semana en Mar del Plata... Yo aunque solo compré una papeletilla esperaba ansiosa que dijeran mi nombre durante el sorteo pero entre una tal "Elena García" y una "Rosanna Sánchez" se repartieron todos los premios.

Flamante ganador de una camisa.

Suertuda que se llevó todos los premios.

Cual fue mi sorpresa cuando al miércoles siguiente me llamaron de la asociación y me dijeron que me había tocado un premio de última hora en el sorteo! Primero me comentaron algo acerca de una remera de polo, pero cuando fuí a recogerlo me quedé un poco a cuadros. Juzguen ustedes mismos...

Por delante.

Lateral.
Por detrás.

Un chaleco de punto de un tal Benito Fernández, diseñador de prestigio por lo visto, con un estampado sicodélico y que me arrastra más de un palmo por el suelo. ¿A qué no hay por donde agarrarlo? Fui a la tienda y no me dejaron descambiarlo así que le he tenido que buscar una utilidad alternativa al regalito...

Momento siesta.

Chauchau,
Lola.-