Samba de Janeiro

La superficie de Brasil es tan vasta que no puedo decir que conozca el país aunque en mi pasaporte aparezca el sello de entrada y salida. Simplemente diré que he visitado, y por encima, las ciudades de Sao Paulo y Río de Janeiro.

Sao Paulo
Una de las urbes más pobladas del planeta, Sao Paulo, San Pablo para los rioplatenses, se erige como un conjunto infinito de rascacielos. Con la Avenida Paulista como centro tanto financiero como cultural merece la pena caminar sus 3 kilómetros de longitud y sentirte pequeña y perdida entre tanta actividad.

Paseando por la Rúa Óscar Freire, en el barrio de Jardins, impresionan los escaparates abarrotados de joyas y brillantes y las marcas más exclusivas lucen sus mejores prendas. A unos 15 minutos a pie los fines de semana se arma un mercado de antigüedades en la plaza Benedito Calixto donde puedes encontrar desde discos y teléfonos de los años 70 hasta muebles, ropa y música en vivo.


Centralitas brasileñas de los 70s

Aborrotado de corredores, patinadores y paseantes los fines de semana, el parque Ibirapuera es sin lugar a dudas el pulmón de la ciudad. Es el lugar perfecto para desconectar de tanto ajetreo y respirar aire fresco.


Parque de Ibirapuera

En el centro histórico se encuentra la catedral metropolitana, en la Praça da Se y a pocas cuadras la Torre do Banespa, uno de los edificios más altos y al que si subes a su planta 32 apreciarás una muy buena panorámica de la ciudad.


Torre Banespa y vistas desde arriba

Río de Janeiro
Para muchos equivocadamente la capital de Brasil, Río se distingue de las demás ciudades brasileiras tanto por sus playas de aguas cristalinas como por la espectacularidad de sus carnavales. No tuve la suerte de ir en época de carnaval pero si pude disfrutar de un tercer verano, concentrado en 3 días, pero verano.

Sorprende que a mediados de otoño y a las 9 de la mañana dieran tantas ganas de pegarse un chapuzón. Digo yo que será por los 2 inviernos seguidos que se me vienen y porque las playas de Ipanema y Copacabana no invitan a otra cosa que no sea disfrutarlas.

Playa de Ipanema, 9am

Con el Cristo Redentor visible desde cualquier punto de la ciudad no podemos perder la ocasión de ver una de las 7 maravillas de cerca. Como suele pasar con estas cosas, de cerca siempre es más pequeño de lo que esperabas, pero las vistas que ofrece el cerro del Corcovado son grandiosas. Aunque tampoco podemos hacerle ascos al Pan de Azúcar, y con eso no me refiero a los bollos de leche...


Vistas desde el Pan de Azúcar y primera vista del Cristo

En la zona de Lapa es fácil encontrarse con un señor bastante peculiar, con cierto aire de Dalí. Es Jorge Selarón, artista chileno que desde 1990 y con mucha paciencia ha ido poniendo azulejos a las escaleras de la calle Manoel Carneiro. Si prestas atención verás motivos de países, personajes famosos y hasta el escudo de tu equipo de fútbol en este singular mosaico de baldosas.


Escaleras de Selarón

Para una visita rápida al barrio de Santa Teresa usamos un trencito llamado Bondinho que desde el centro de la ciudad pasa por los arcos de Lapa y asciende a la parte alta del barrio. Se podría hacer la bajada a pie, pero por falta de tiempo, aunque sobre todo por seguridad, hacemos el trayecto de vuelta en el mismo vagón.

Podría hablar de las aglomeraciones en el metro, de los botecos, de las caipirinhas de sabores, de la feijoada, de las ruedas de samba... Pero tampoco quiero destapar todo el pastel, así que me despido hasta dentro de poco.

Muitos beijos,
Lola.-


De transportes públicos y otros desastres: el subte

La red de trenes subterráneos de Buenos Aires, conocida coloquialmente como subte, se inauguró a principios del siglo XX siendo en ese momento pionera en el hemisferio sur. Con una distribución que a primera vista puede parecer extraña, comunica el centro financiero de la capital con los puntos más distantes, pasando pocos metros por debajo de los principales embotellamientos.

Mapa subte Buenos Aires
Mapa de metro que brilla por su ausencia en las estaciones.

Con una franja horaria de funcionamiento de 5 am a 22.30h, los trenes aumentan su frecuencia en las horas pico, es decir cuando la mayoría de la gente entra o sale del trabajo. Teóricamente cada 3 minutos pasará un tren, pero en la práctica tendrás que esperar que pasen varios trenes hasta que haya espacio suficiente para entrar en alguno de los vagones.

Hora pico subte Buenos Aires
Suban, empujen, estrujen, bajen.

Algo que llama bastante la atención en la distribución del subte bonaerense es que las 6 líneas que forman la red apenas se cortan. Y los pocos puntos de intersección que existen no tienen un nombre en común. Es decir, allá por el Obelisco, donde se cortan la avenida 9 de Julio y Corrientes, confluyen 3 líneas de metro: la verde (línea D), la roja (línea B) y la azul (línea C). Para mí, lo lógico sería que esa combinación tuviera un único nombre y no uno por cada línea (9 de Julio, Carlos Pelegrini y Diagonal Norte).

En el subsuelo porteño existen lo que se llaman las estaciones culturales, decoradas con pinturas, murales y hasta vitrinas con restos arqueológicos. Además otro motivo digno de admiración son los vagones de la línea A, la más antigua de toda la red. La mayoría de ellos aún en funcionamiento, fueron traídos de la localidad belga de Brujas a principios de siglo. A estos trenes con carrocería de madera y los que la tecnología no ha conseguido reemplazar se les conoce como los belgas o las brujas.

Subte Linea A Subte estacion Bulnes
Vagones antiguos y mi boca de metro.

Hasta hace cosa de un mes y medio podía contar con los dedos de una mano las veces que había usado el subte en Buenos Aires. La boca de metro más cercana me queda a unas 6 cuadras, no es que esté lejos, pero la línea que pasa por allí no me dejaba cerca de mis destinos habituales. Ahora cada martes y jueves bajo a la línea D por Bulnes, saludo al taquillero que me da el boleto por 1.10 pesitos y me hago un hueco en el vagón. Es hora pico y la gente tiene ganas de llegar a casa.

Lola.-

Echándote de menos... Jeré!

Hay una semana en el año en la que todo jerezano se muere por estar en su tierra. Más de 1.000 euros de avión, 10.000 kilómetros de distancia y 14 horas de vuelo creo que son razones suficientes como para habérmela perdido.

Generalmente a principios de Mayo, cuando empieza a apretar la caló, se celebra en Jerez la Feria del Caballo. Debe su nombre a que allá por la Edad Media los ganaderos de la provincia se reunían para hacer negocios y promocionar el equino jerezano. Actualmente el caballo sigue siendo uno de los protagonistas en el recinto ferial. Y digo uno, porque es tan importante como el vino, siempre de la tierra, el flamenco y el colorido y vistosidad de casetas y alumbrao.




Durante la semana grande de Jerez, jinetes y gitanas se pasean con sus mejores galas por el Real y cualquier sitio es bueno para bailar unas sevillanas y refrescarse con un rebujito. En Sánchez de Bustamante no queremos ser menos y montamos una caseta de Feria donde no faltó el rebujito ni las sevillanas en ningún momento de la noche. No había caballos pero se respiraba buen ambiente por los cuatro costaos.


Feliz Feria 2011 y olé!
Lola.-

Entre vinos anda el juego

Viniendo de una tierra con gran tradición vitivinícola tendría delito no realizar un Seminario Intensivo de Vinos Mendocinos, estando justamente en la localidad de Mendoza.

Situada a los pies de los Andes, Mendoza tiene un clima muy propicio para la elaboración de vinos y entre sus especialidades destacan el Merlot, el Torrontés y sobre todo el Malbec ideal para acompañar un buen asado. El seminario se realizó en la bodega Familia di Tomasso, comenzando con un paseo por los viñedos, bastante dorados en esta época tan otoñal.


Tras pasar al interior de la bodega nos explican el proceso de elaboración del vino. Como en Jerez, también se usan botas de roble americano aunque acá se llamen barricas, pero el modo de elaboración es bien distinto. El vino de la cosecha va a la barrica y en apenas un año sale embotellado al mercado. Se ve que en Jerez nos complicamos un poco más llevando un sistema de "soleras" y "criaderas" donde las botas se colocan unas encima de las otras a modo de pirámide. El vino joven va en la fila de arriba y a medida que pasa el tiempo y se envejece baja a la bota inferior cambiando de textura, sabor y de nombre.


De este proceso de elaboración tan peculiar resultan una gran variedad de vinos, procedentes de tan sólo 3 cepas de uva distintas, todas blancas. Ahí radica la gran diferencia con el vino argentino, cada cepa define un tipo de vino y no su elaboración. La clase teórica la terminamos con una cata de vinos de la bodega, entre ellos uno bastante dulzón y con cierto gusto a Jerez.


Una última curiosidad: en ninguna de las salas, incluso ni dentro de las piletas de fermentación olía a vino. Según la profesora sí que se podía percibir el olor, pero comparado con Jerez que caminando por la calle Medina huele a vino, no hay color...

Besos embriagadores,
Lola.-

De profesiones curiosas y otros inventos: el paseador de perros

Existe una figura que aunque quiera no puede pasar desapercibida cuando caminas por los parques de Buenos Aires y esa es la del paseador de perros. Esa persona que intenta salir a flote en un mar de correas, que dirige con maestría a una jauría de perros ansiosos por comerse la calle, que aguanta el tipo en las heladas mañanas de julio...

Generalmente el paseador de perros no hace distinción: igual lleva labradores, que caniches o chihuahuas, pero lo que nunca falla es el elevado número de animales que pasea. Con un mínimo de 6 y un máximo de 14 (visto hasta el momento) este personaje se maneja hábilmente con los cánidos imponiéndoles pacíficamente el camino a seguir.


También es admirable el comportamiento de los canes, que aguantan ser arrastrados en contra de su voluntad en medio de una marabunta de patas, hocicos y rabos. Cómo se acostumbran a caminar en grupo y llevarse bien con compañeros tan dispares es un misterio para mí. Es evidente que ellos preferirían estar trotando alegremente por el parque, persiguiendo pájaros o ardillas pero de alguna manera disfrutan del garbeo matutino con su paseador.

Y bueno, el rastro que dejan estos adorables animalitos por el camino es algo con lo que no quiero ensuciar esta entrada, así que me voy despidiendo hasta la próxima.
Lola.-